Cuando era más joven, aunque aún soy muy joven, a veces oía decir a gente mayor en Cadavedo, que no querían viajar porque "como Cadavedo no hay nada". Yo pensaba "claro, es que no conoces otra cosa". Siempre fui reacio a caer en la trampa de pensar que lo de uno siempre es lo mejor. Aun sin conocer demasiado mundo pensaba "es cierto que Cadavedo es muy bonito, o al menos a mi me gusta, pero también es cierto que no veo a la gente pegándose por vivir aquí, como, por ejemplo, en Bel-Air; por tanto, debe ser que no es para tanto". Insisto, siempre he sido reacio a pensar que mi pueblo es el mejor por sistema, me parece un comportamiento muy paleto y muy poco cosmopolita. De esto pecamos bastante los asturianos, que somos muy grandones; amo mis raíces y las tradiciones que los mayores nos transmitieron con todo su cariño como lo mejor, pero en modo alguno considero que son superiores a las de otros lugares. Como decía no se quien, "el nacionalismo se cura viajando".
Aunque nunca he necesitado de esa cura, en los últimos años he tenido la oportunidad de hacer una serie de viajes que, aunque en origen eran vacaciones, en el fondo, siempre tienen mucho de trabajo porque por deformación profesional siempre estás captando ideas, tomando notas, hablando con hosteleros... mejorando el conocimiento.
Pues como decía, en los últimos años he viajado bastante por el mundo y he visto espacios naturales preciosos en diversos países.
En concreto, en Estados Unidos, cuando hay un lugar que merece la pena, la promoción, organización y conservación para que todo el mundo pueda verlo es espectacular. Estamos a años-luz. Por ejemplo: el parque nacional de Yosemite, visitado por cientos de miles de personas al año, es una maravilla, pero no tiene nada que envidiarle las Hoces del Esva, que las conocemos poco más que cuatro amigos.
El Big Sur, el tramo de costa que va entre Los Angeles y San Francisco, es una preciosidad que recuerda bastante a la costa asturiana. Casi tan protegido como esta, hay muy pocas edificaciones próximas a la costa, sin embargo es un sitio superdemandado y la gente paga más de 1.000$ diarios por una buena habitación con vistas.
He observado la reacción en toda la gente que he acompañado personalmente al Campo de La Regalina en su primera visita a Cadavedo: nunca nadie se ha quedado indiferente y, la inmensa mayoría, sobrecogidos. A mí siempre me ha parecido un sitio maravilloso, pero nunca he hecho aspavientos para no caer en lo que comentaba al principio.
Con el tiempo y la experiencia me permito decir que el Campo de La Regalina es uno de los 10 lugares más bonitos del mundo.
Por supuesto, hemos creado en Facebook su propia página para que os unáis, colguéis fotos, vídeos, comentarios y experiencias sobre el mejor patrimonio de Cadavedo:
www.facebook.com/campodelaregalina
martes, 20 de septiembre de 2011
El campo de La Regalina es uno de los 10 lugares más bonitos del mundo
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